10 junio 2010

Rectorado

Seguidores de la obra de José Martí son Huéspedes de Honor de la Universidad

Trabajadores de la cultura cubana han sido declarados Huéspedes de Honor de la Universidad Nacional de Río Cuarto. El acto tuvo lugar en Rectorado y se llevó a cabo en el marco de la visita del Centro especializado en estudios de José Martí, prócer cubano, insignia de la lucha por la libertad de la República y el cultivo humanístico.

Fueron distinguidos los doctores Pedro Pablo Rodríguez López y Jorge Juan Lozano Ros, los ingenieros Vilma Mederos González Longoria, Jorge Luis Timoneda Alonso y Noemí Díaz Vilches. Recibieron los correspondientes diplomas además de obsequios de la UNRC.

El acto fue presidido por el vicerrector, Aníbal Bessone. Asistieron el secretario General, Armando Becerra; de Planificación y Relaciones Institucionales, Jorge Anunziata; de Posgrado y Cooperación Internacional, Rubén Davicino; Económico, Jorge González. También tomaron parte la decana y la vicedecana de Ciencias Exactas, Gladys Mori y Mirta García; la vicedecana de Ingeniería, Miriam Martinello; el director del Departamento de Arte, Daniel Gil.

Una muestra del volumen de José Martí y de la labor que desde el Centro cubano se ejecuta la dan los 40 tomos que conformarán la recopilación de su obra, de la cual está a cargo Rodríguez López con un equipo multidisciplinario. Premio nacional de Ciencias Sociales, señaló que Martí fue un “apóstol de la independencia” cuyo legado tratan de esparcir a través de “conferencias” y otras “actividades de extensión universitaria”. Entre ellas destacó la muestra de pinturas de la curadora Díaz Vilches que se puede ver en la Biblioteca Juan Filloy: “Son cuadros de los más importantes relativos a Martí que permiten comprender su significado como símbolo cubano”.

Lozano Ross exaltó las figuras de José de San Martín, Simón Bolívar (Venezuela) y Miguel Hidalgo (México) como “grandes héroes” de la independencia americana y al Che Guevara como un hombre que pugnó en el siglo XX por la libertad.

La presencia de los investigadores en el país contempla un recorrido por una decena de universidades en procura de divulgar la obra de Martí y capitalizar experiencias de nuestra tierra pues “Argentina tiene mucha importancia y San Martín estuvo siempre con nosotros”, como lo manifestó la ingeniera Mederos González Longoria. Este criterio es parte sustancial de la labor del Centro, prueba de lo cual son los seminarios que en Cuba cuentan con la presencia de estudiantes llegados de países como Puerto Rico, Francia, Noruega y hasta Japón.

Lo hecho desde el Centro liga investigación, extensión y docencia, a través de grupos de literatura, historia y periodismo.

Cabe consignar que el Centro depende del Consejo de Estado de la República y trabaja de modo coordinado con universidades cubanas y desarrolla intercambios con 52 casas de altos estudios extranjeras, entre otras la mexicana de Guadalajara. La tarea se pone de manifiesto en “cátedras libres, abiertas y por lo general se llevan a cabo en las facultades de Ciencias Humanas y Sociales”. Mederos González Longoria apuntó que se estudia “tanto el rol político como el literario de Martí”, uno de cuyos libros, “La Edad de Oro”, se orienta a los niños.

A cuento de la infancia, Rodríguez López compartió en el encuentro la tarea que los museos de La Habana llevan adelante en pos de la conciencia ciudadana desde temprana edad. Indicó que “de primero a sexto grado se pasa por una docena de museos con aulas a los cuales los niños van con la maestra”.

La recuperación del pasado y el relieve de Martí se encuentran tanto en lo actuado desde el Centro cuanto en la declaración de Memoria del Mundo/ Documentos que la UNESCO hizo respecto de manuscritos del cubano, tal lo dicho por Rodríguez López.

Desde la lingüística a la historia, de la filosofía a la pedagogía. De La Habana a otros puntos de Cuba, de Cuba al resto del mundo a través del área de Relaciones Internacionales. El Centro Martiano siente que el paso del tiempo no puede borrar grandes obras, piezas clave para proyectar otro futuro. Como lo planteó Rodríguez López, “el ideal nunca muere”. Si bien “el género humano atraviesa una crisis de valores, la esperanza nos dará la victoria”.

Al beneplácito del vicerrector Bessone, hecho evidente en la declaración de Huésped de Honor para los integrantes del Centro, se sumó la inquietud de emprender una labor conjunta en materia de posgrado a favor del intercambio de experiencias.

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