17 julio 2008

Rached, el senador que forzó un voto de desempate

El representante de Santiago del Estero recién en la votación final decidió su postura que definió el resultado en un empate en 36. Después de eso, votó Cobos y rechazó las retenciones móviles
Dos senadores que habitualmente pasan desapercibidos en el recinto por sus escasas intervenciones se convirtieron hoy paradójicamente en el centro de todo el interés parlamentario y periodístico, hasta que el empate en la votación puso en manos del vicepresidente Julio Cobos la suerte de las retenciones móviles.El justicialista catamarqueño Ramón Saadi y el radical K santiagueño Emilio Rached eran la clave de la sesión, cuando el recuento de intenciones de voto estaba empatado en 35, pero luego de decidirse uno para cada lado, Cobos acaparó la atención.El primero en develar la incógnita, sobre el filo de las 21, fue Saadi quien anticipó su voto favorable y la expectativa se centró en la figura de Rached, a quien cerca de la medianoche se lo ubicaba entre los opositores a la iniciativa oficial.Finalmente, el que quedó en la marquesina fue Cobos, quien no se había imaginado previamente que debería dirimir la votación, aunque finalmente votó en contra del proyecto.Como protagonistas de una novela de suspenso, los dos legisladores estuvieron poco tiempo en el recinto y no daban señales de cómo irían a votar, mientras corrían todo tipo de rumores.Saadi entró y salió un par de veces del Congreso, sin que se supiera dónde iba, en tanto Rached llegó al Senado cuando el debate llevaba cinco horas, y todos se preguntaban dónde estaba.Para aumentar el misterio, Rached salió una vez del recinto y conversó largamente en un pasillo con el jefe de la bancada radical, Ernesto Sanz, mientras los periodistas aguardaban como perros de presa a la distancia para lanzarse sobre ellos y averiguar qué haría el santiagueño.Pero todo fue infructuoso: Sanz eludió hábilmente a los hombres de prensa, mientras Rached se limitó a saludarlos y se negó a responder las consultas sobre su voto.No obstante, el hecho de que su casa en Santiago del Estero estuviera custodiada por policías y gendarmes parecía ser una señal de la dirección que tomaría su voto.Es que Rached fue intendente de la ciudad de Pinto, en el sureño departamento de Aguirre, una zona netamente agrícola-ganadera y donde hubo fuertes manifestaciones de rechazo a las retenciones móviles que quiso imponer el Gobierno Nacional.Precisamente, los productores de esta parte del territorio santiagueño fueron los que más enérgicamente le pidieron a Rached -cuando el conflicto recién comenzaba- que se definiera a favor del campo.Esto implicaba desde un principio disentir con la posición del gobierno provincial y el proyecto político que encabeza el radical K Gerardo Zamora, de quien fue compañero de fórmula en el 2005, cuando llegaron a la gobernación. Las especulaciones se extendieron también a la actitud que tomaría el vicepresidente Julio Cobos en caso de que tuviera que desempatar la votación, una posibilidad siempre latente.Los cronistas más veteranos advirtieron que al comienzo de la sesión se veía a Cobos algo tensionado, pero con el correr de las horas parecía más tranquilo.Algunos interpretaban ese cambio como un presunto alivio por no tener que llegar a esa instancia, a medida que circulaba con insistencia que el oficialismo tendría los votos necesarios para ganar la votación. Pero el escenario cambió repentinamente a la noche, cuando trascendió el cambio de idea de Rached. Ante los reiterados intentos de consultarlo sobre su posición en este tema, su oficina de prensa emitió un comunicado a las 20 aclarando que si hubiera empate daría a conocer su voto en el recinto, "ni antes ni después".Más temprano habían dado a conocer su voto negativo la senadora riojana Teresita Quintela y el arista fueguino José Martínez, en tanto que la justicialista formoseña Adriana Bortolozzi dejó trascender su pronunciamiento por el "sí".Estos tres aparecían al iniciarse la jornada entre los cinco senadores de la lista de indecisos.

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