31 marzo 2010

El Golpe de Estado del ’76 fue el eje de repasos históricos, discursos críticos y convocatorias a acciones colectivas

Concejo Superior

“Luchemos por una Universidad popular, luchemos por una Universidad de mucha calidad, pero luchemos para tener la satisfacción de que los que pasamos por esta Universidad dejamos todo el esfuerzo que podemos hacer para lograr una Universidad que sea digna, para lograr una Universidad que esté comprometida con la sociedad”, sostuvo el rector Oscar Spada.

“En el marco del Bicentenario de la Patria, reflexiones sobre la democracia y los valores de la libertad en la vigencia de los Derechos Humanos”, fue el único tema del orden del día de una sesión especial del Consejo Superior, de carácter extraordinario, de la que participaron además referentes externos a la Universidad.

En la apertura del encuentro, que se concretó en el aula magna de Agronomía y Veterinaria, el rector Oscar Spada refirió a los propósitos de la reunión y dijo que en coincidencia con la víspera de la conmemoración del Golpe de Estado del ’76 resultaba importante que en el Consejo Superior se reflexionara sobre la democracia. Y remarcó: “Fundamentalmente, creemos que la educación forma parte de esa democracia que necesitamos para poder luchar”.

“La idea de este Consejo que hoy me toca presidir es que no sólo que los miembros de este cuerpo se puedan expresar, sino que nos planteamos que era importante que invitáramos a las distintas instituciones que conforman el tejido social de nuestra ciudad”, agregó.

Dijo que el objetivo del encuentro era el de “rendirle un homenaje a aquellas personas que murieron por un ideal, en nuestro país. Aquellos que fueron perseguidos, torturados y que perdieron su vida”. Y remarcó: “Si algo logró el Golpe Militar fue romper el tejido social y, fundamentalmente, lo solidario que éramos los argentinos”.

También señaló en esa apertura que “más que recordar el pasado, debemos pensar en el futuro. Y las cosas que pasaron este país deben quedar claramente definidas y aclaradas”.

Luego siguieron seis oradores externos al Consejo: Viviana Pomiglio, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Concejo Deliberante; Luciano Giuliani de la agrupación HIJOS; Carlos Valduvino, secretario general de la CTA Río Cuarto; Eduardo Tello, secretario general del gremio No Docente de la UNRC, en representación de la CGT y Luis Riccardo, rector de la Universidad Nacional de San Luis.

También hablaron Nicolás Pérez, presidente de la Federación Universitaria de Río Cuarto y consejero superior; Pablo Whebe, consejero superior docente de Ciencias Humanas y las decanas de Ciencias Exactas, Gladys Mori, y de la Facultad de Ciencias Humanas, Gisela Vélez.

El cierre de la sesión estuvo a cargo del rector Oscar Spada, que en su calidad de presidente del cuerpo sostuvo: “Debemos asumir compromisos. Los que estamos en la Institución en algún momento de nuestra vida debemos dejar de lado algunas cosas que nos separan y tenemos que asumir el compromiso de que en otra oportunidad esta sala debe estar llena”.

“Un grupo hace un esfuerzo muy grande para que esta memoria, esta historia y este camino hacia el futuro mejore la calidad en nuestra Universidad. No sólo hay que hablar de calidad en la formación de los jóvenes, no sólo la calidad académica, sino que tenemos el compromiso de formar líderes, que en el futuro reemplacen a quienes hoy nos toca estar en esta Universidad en cargos de gobierno”.

“La comunidad universitaria debe asumir el desafío de discutir que quiere de nuestra Universidad. Yo lamento que muchos en la época de las comunicaciones lo hagan a través del correo electrónico. Necesitamos que nos miremos cara a cara y digamos qué queremos hacer de nuestra Universidad”.

“Nosotros tenemos responsabilidades en esta Institución. Los que nos toca gobernar, los que les toca estudiar, los que les toca enseñar y a los que les toca compartir el trabajo de todos los días, como son los no docentes”.

“Luchemos por una Universidad popular, luchemos por una Universidad de mucha calidad, pero luchemos para tener la satisfacción de que los que pasamos por esta Universidad dejamos todo el esfuerzo que podemos hacer para lograr una Universidad que sea digna, para lograr una Universidad que esté comprometida con la sociedad”.

“Yo dije una vez una frase: ‘Nos van a descubrir’. No quise decir que ni buenos, ni malos, sino que van a entender cómo somos. A veces, la gente no logra entender cómo somos”.

“Este cambio, esta transformación que necesita la Universidad, que necesitamos los que trabajamos en la Universidad Nacional de Río Cuarto, es demostrarle a la sociedad que estamos muy preocupados por resolver los problemas, como dice nuestro estatuto, de una sociedad, de esta región, del país, de Latinoamérica”.

“Este compromiso que tenemos que asumir va a hacer que podamos sentarnos en una, otra y otra asamblea, para discutir qué queremos de nuestra Universidad. Y cuando uno discute los fundamentos de una Universidad, reconoce todos los derechos. Los Derechos Humanos son también parte del compromiso de formación de jóvenes a futuro en nuestra sociedad”.

“Aunque seamos pocos, estoy orgulloso porque hemos iniciado un camino para llevar adelante este tipo de discusiones”.

“Quiero decirle a la comunidad que una Universidad que no discute, una Universidad que no confronta, no es una Universidad. Hablo de la decisión de discutir ideas. Y de las ideas siempre se obtienen resultados positivos. La sociedad lo tiene que saber. A mí no me preocupa que se hable de la Universidad y aparezca a veces que no somos un ejemplo. Sí sabemos nosotros que en la Universidad, los errores los asumimos, los discutimos. Pero, tenemos que discutirlos. Tenemos que discutir todo lo que pasa en una universidad, para que esta Universidad sea buena, para que el sistema universitario mejore”.

Spada concluyó su discurso invitando a los presentes a que “se sumen a discutir todos los días la Universidad, como corresponde”.

Viviana Pomiglio: “El nuevo desafío es construir una sociedad sin mordazas y respetuosa de las diferencias”

Viviana Pomiglio, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Concejo Deliberante, señaló: “Cada 24 de marzo se genera una visibilización cada vez más notoria. Se realizan actividades en los distintos ámbitos, se despliegan carteles y pancartas, y marchan por los 30 mil desaparecidos, por la memoria, por nunca más… El 24 de marzo de 1976 no sólo derrocaron a un gobierno constitucional, sino que se pretendió arrancar de cuajo toda organización del campo popular, se pisotearon los derechos más elementales y se diseñó un gran aparato, donde los centros clandestinos de detención se esparcían por nuestro país; allí miles de argentinos y extranjeros residentes eran apresados arbitraria e ilegalmente, torturados, ejecutados y desaparecidos”.

Señaló que a los jóvenes hay que transmitirles que “esto pasó porque hubo un tiempo en el que muchos se atrevieron a soñar y a luchar por un país diferente, donde se combatía la concentración del poder y las riquezas, en donde una generación floreciente tenía ganas, sí ganas de hacer”. Y siguió: “Hubo una etapa de la historia argentina en la que se pretendió destrozar la república. Y la muerte, la desaparición y la tortura diezmaron a los argentinos”, al tiempo que se refirió al “genocidio silencioso de los aborígenes” y dijo “hoy son cada vez más las jóvenes y niñas que impunemente son forzadas a la prostitución, por parte de mafias organizadas”.

Y concluyó: “El nuevo desafío es construir una sociedad sin mordazas y respetuosa de las diferencias, y con un norte innegociable y supremo, la plena vigencia de los derechos individuales y colectivos”, al tiempo que leyó el poema “Una tormenta de pañuelos”, de Jorge Torres.

Luciano Giuliani: “No hay derechos humanos del ayer y derechos humanos del hoy”

Luciano Giuliani de la agrupación HIJOS comenzó su discurso con una frase de Agustín Tosco, al decir: “No sólo lucha contra la injusticia quien la padece, sino también quien la comprende”. Remarcó la participación de los partidos políticos en este tipo de jornadas, después del descreimiento de los años 2001 y 2002, lo cual puntualizó: “Es producto de un debate que se ha dado en la sociedad, de un nuevo contrato social”.

“No hay derechos humanos del ayer y derechos humanos del hoy”, sostuvo. Y siguió: “Hoy los derechos humanos son el núcleo del derecho natural. Y tienen una razón de ser: la integridad de la persona humana”, al tiempo que se preguntó: “Cuáles han sido las leyes reparatorias que tuvieron las víctimas del bombardeo del ’55 o las víctimas del golpe del ‘30”.

Además sostuvo: “No puede haber derechos humanos con pobreza, con la miseria de los otros”. Y acotó: “Vemos represores a dos cuadras de la Casa de la Memoria, caminando impunemente por El Andino; saber que quien colocaba las bombas y armaba las bombas en la ciudad lo puede contar alegremente en una estación de servicios; conocer que el jefe de distrito militar de Río Cuarto, por no haber sido denunciado en su momento, en aquel entonces teniente coronel Hermes Vicente Gutiérrez, fue ascendido a coronel en diciembre de 2008 por no haber causas radicadas en la Justicia. Esos son derechos humanos del hoy. Y esto debe calar fuertemente en nuestras consciencias”.

Giuliani convocó a debatir sobre lo que sucede en las comisarías con el “famoso código de faltas”, de los abusos sexuales cometidos en la UR9, las golpizas y el estado de las celdas de la UR9, el accionar tardío de la Justicia en lo referido a la venta de drogas y alcohol en una comisaría y el abuso sexual a una detenida.

Y concluyó con una frase del texto “Convocatoria”, de Eduardo Pereyra Rossi: “Y, si a ésta convocatoria, vienen todos los convocados, la cordura habrá invadido en revolución nuestro país para siempre”.

Carlos Valduvino: “Que el martirologio de ayer no nos inmovilice hoy”

Carlos Valduvino, secretario general de la CTA Río Cuarto, sostuvo: “Como trabajadores de prensa y de la comunicación, nos toca decir que desde el plan de operaciones de Mariano Moreno hasta la dictadura genocida del 24 de marzo de 1976 y hasta el día de hoy, el martirologio de los compañeros desaparecidos es una lucha pendiente que tenemos que asumir todos los dirigentes sociales y todo el pueblo en general”.

“Hoy estamos transitando los 200 años de la Patria, hoy nos toca vivir una vigilia de un 24 de marzo. Que el martirologio de ayer no nos inmovilice hoy. Que la bocanada de aire fresco que estamos viviendo de volver a discutir ideología entre nosotros sirva para que la convicción política que todos y cada uno de trabajadores tenemos como clase sea el sueño revolucionario que nos libere de una vez y para siempre”, expresó.

Y siguió: “El 24 de marzo del ’76 comienza el plan de operaciones sistemática para romper en todas y cada una de las organizaciones sociales sistemáticamente lo que era la célula organizativa más importante que teníamos en todas y cada una de las empresas”.

Destacó la investigación llevada adelante por HIJOS, que dijo “nos pegó donde más nos duele, en la materia gris”. Y remarcó: “Fue un plan sistemático para hacer desaparecer compañeros que tenían en la organización el desafío de construcción de una sociedad más justa”.

Eduardo Tello: “El 47 por ciento de las víctimas de la represión pertenecían al movimiento obrero y el 21 por ciento eran estudiantes”

Eduardo Tello, secretario general del gremio No Docente de la UNRC, en representación de la CGT, recordó que el primer 24 de marzo en democracia, en representación de la Juventud Peronista, le tocó “rebatir la incipiente teoría de los dos demonios”. Y comentó: “Se pretendía igualar la violencia sistemática de una estructura permanente con las violencias puntuales y coyunturales de las rebeliones populares ante ciertos niveles de opresión”.

A continuación reflexionó sobre la violencia. Indicó que al proceso de la dictadura lo atravesó la violencia. Y recordó “el aporte que cada sector social había hecho a esta violencia brutal desatada por la dictadura: el 47 por ciento de las víctimas de esa represión pertenecían al movimiento obrero y el 21 por ciento eran militantes de algún tipo de organización estudiantil, cruzados por las características de la juventud. Obviamente que ese ensañamiento brutal de la dictadura sobre esos dos sectores sociales era la más clara demostración de que en esos sectores sociales radica casi naturalmente el proceso de transformación de la realidad social”.

Seguidamente, habló de la transformación de la realidad social con justicia social, sobre lo cual indicó que significa transformar el sistema de distribución de la riqueza, cuya contrapartida –puntualizó- es la violencia política con que se defiende ese sistema. Y remarcó que hoy “la violencia es indirecta”, marco en el que mencionó a los editores de los grandes medios masivos.

Nicolás Pérez: “Sería muy importante que estas organizaciones y estos gremios, puedan formar parte también de la conducción de la Universidad”

Nicolás Pérez, presidente de la Federación Universitaria de Río Cuarto, dijo: “Hoy se hacen presentes también los trabajadores y las organizaciones sociales. Y demuestran una vez más que están preparadas, que están organizadas y que tienen la madurez para dar este tipo de debates. Y, por ello, creemos importante también que empecemos a reconocerlas. Sería muy importante que el día de mañana, también estas organizaciones y estos gremios, que hoy se hacen aquí presentes en este acto conmemorativo, puedan formar parte también de la conducción de la Universidad, porque creemos esencial, como representantes del mismo pueblo que cada uno de los actores que hoy hacen al conjunto de la sociedad puedan llevar medidas y discusiones de fondo para poder decir cuál es el rumbo de nuestra Universidad, en un proyecto que sea inclusivo, participativo y que nos conforme a todos”.

En referencia a la conmemoración del Golpe de Estado del ’76, indicó: “Es importante remarcar que no hubo dos demonios, que no hubo una guerra y que no hubo un terrorismo. Y si hubo un terrorismo no fue del conjunto de la sociedad organizada, sino que fue un terrorismo de Estado. Y que esto mismo no sólo se aplica sobre sujetos, sino sobre proyectos, proyecto de país y del continente entero. Y estos proyectos se aplican en pos de contrarrestar medidas que en el caso de nuestro país hacía a la distribución de la riqueza, a la participación social y a la unión de distintos actores sociales en pos de un objetivo en común, que era el bienestar social, la justicia y, en este sentido, me parece importante remarcar que la memoria, la verdad y la justicia no deben quedarse sólo como frases de apología o frases de recuerdos. La memoria debe existir, pero no debe existir sólo como un recuerdo, sino como un eje central para que nosotros tomemos el ejemplo de aquellos ciudadanos, obreros, clase media, todos aquellos que estuvieron participando y luchando por un proyecto, para que sepamos cuáles fueron las medidas que llevaron adelante y enarbolemos sus mismas banderas, porque esas transformaciones eran de fondo y por eso fueron desarticuladas”.

Luis Riccardo: “A través del genocidio y de la muerte, usurparon la voluntad popular, para eliminar la posibilidad de pensar y de expresarse”

Luis Riccardo, rector de la Universidad Nacional de San Luis, señaló: “El 24 de marzo es la fecha en la que se usurpa la voluntad de un pueblo. Las instituciones Ejército, Armada, Marina argentina, deciden usurpar la voluntad popular al calor de varias experiencias del siglo de usurpar la voluntad popular. Deciden usurpar una vez más y perfeccionar aún más el aparato represivo que venía siendo diseñado décadas antes, para eliminar fundamentalmente, en sus perversas mentes, uno de los valores fundamentales que tenemos como sociedad y como individuos, que es la posibilidad de pensar y de expresarse, a través del genocidio y de la muerte”. Y remarcó que “se usó al Estado para asesinar a una generación, para cortar de cuajo, para mutilar la posibilidad de pensar, de expresarse, de pensar un país mejor”.

Comentó que entre las víctimas de la dictadura estuvo el primer rector de la Universidad de San Luis, Mauricio López, filósofo y pastor protestante, que fue secuestrado el 1 de enero de 1977 por el Ejército, en la casa de su madre en Mendoza, y luego torturado y asesinado, cuyo cuerpo aún no se sabe dónde está.

Remarcó el trabajo realizado por dos periodistas que escribieron el libro “Muertos porque sí”, que narra la historia de tres jóvenes militantes de la Universidad de San Luis. Y también los logros conseguidos, en términos de condenas, contra los genocidas –particularmente tres militares y dos policías- que actuaron en San Luis, en el ámbito de la Justicia. Dijo que fueron juzgados y condenados a cadena perpetua por crímenes cometidos en la región de Cuyo. Y subrayó el trabajo llevado adelante por las madres y las abuelas de los desaparecidos.

Pablo Whebe: “La política exterior llevada adelante por la dictadura era el ropaje de una política económica, que destruyó la industria nacional”

Pablo Wehbe, consejero docente de Ciencias Humanas, sostuvo que la deuda externa dejada por el Gobierno constitucional fue una de las causales que se alegaron para dar el golpe de Estado y era de 7.800 millones, la cual en seis años se acrecentó a 44 mil millones de dólares, que “hasta el día de hoy es un lastre que, legitimaciones constitucionales mediante, sigue siendo un enorme lastre para soñar, para pensar en otro modelo de país”.

Criticó la política exterior llevada adelante por los dictadores y dijo que “era el ropaje de una política económica, que logró destruir una industria nacional, que era orgullo en el continente americano. Y que provocó un cambio cultural, del cual en el día de hoy no podemos salir”.

Whebe se preguntó “por qué a 34 años y con tantas lágrimas contenidas, esta aula magna no está llena”. Y siguió: “Qué papel nos cupo a nosotros como academia. ¿Habremos estado a la altura de la democracia durante todos estos años? O habremos sido en algún aspecto un resorte legitimador del no se puede, de muchas de las cosas que pasaron después”.

“Cuando se plantea rediscutir la Universidad, hay que pensar que no da lo mismo enseñar para producir para el mercado de consumo, porque a eso lo hacen no las universidades, sino las empresas que tienen clientes. Y si esto es una Universidad, tenemos estudiantes. Y un estudiante implica que asuma su derecho a discutir, a replantear planes de estudio y que nosotros como docentes aceptemos que no tenemos la verdad absoluta, por lo tanto hay que desterrar el término cátedra, que debería haber muerto con la Reforma del 18, detrás de la palabra catedral y haciendo al lado del obispo como propiedad de la verdad absoluta. Y hablar de asignaturas, donde implica una asociación de colegas y estudiantes, donde no hay apropiación del conocimiento. En ese contexto, la democracia no ha recibido de las universidades muchas de las cosas que ha estado esperando”.

Gladys Mori: “Debemos ser responsables y mantener el verdadero sentido de la democracia, sin hacer una significación forzada”

La decana de Ciencias Exactas, Gladys Mori, dijo: “Quiero expresar la importancia de generar este espacio para reflexionar sobre el bicentenario de la Revolución de Mayo, la democracia, la libertad y los derechos humanos. Luego de escuchar a los oradores anteriores, verdaderos conferencistas, mi aporte es muy humilde, pero he reflexionado desde otro punto de vista, por eso me atrevo a hablar muy brevemente. Hay un dibujo que el pintor alemán Paul Klee le regaló a Walter Benjamin, quien lo bautizó ‘El Ángel de la Historia’. En ese dibujo, el ángel está obligado a mirar hacia adelante. El viento de la historia lo empuja hacia adelante y es incapaz de mirar hacia atrás. Benjamin tenía mucho miedo de que los horrores de la historia pudieran repetirse. Porque si uno no es capaz de mirar hacia atrás, no aprenderá nunca a no tropezar con las mismas piedras”. “Debemos entonces recordar los acontecimientos mayos de 1810, los tres largos años transcurridos hasta la Asamblea del año XIII, que, por diversas causas, no declaró la Independencia. Tres años más pasaron para que la misma tuviera lugar, pero luego nuestra patria fue escenario de largas luchas, hasta que se dictó la Constitución de 1853, tercera desde el primer grito de Independencia. Asegurada la plena vigencia de la misma, se destacan valores tales como libertad y democracia. La primera, porque veníamos de un régimen en el cual la misma era gozada por pocos, y de la segunda podemos afirmar lo mismo. Bueno es recordar que así como en la Asamblea del año XIII ya se habían tomado medidas sobre la libertad, con respecto a la democracia el camino fue arduo. Muchos acontecimientos pasaron hasta llegar a la Ley Roque Sáenz Peña y muchos más para lograr el voto femenino…. Todo esto es largo de desarrollar pero es nuestro deber ineludible de tenerlo como norte en forma permanente: Nos costó mucho lograr nuestra Independencia, la Libertad y la Democracia. Dentro de los acontecimientos históricos, debemos recordar los períodos en que esgrimiendo distintas razones o sinrazones, ese estado de derecho fue interrumpido. Y cuando eso ocurrió los derechos humanos sistemáticamente fueron conculcados y cercenados, la democracia abolida y los ciudadanos perdieron el derecho de elegir a sus gobernantes. Porque eso es la democracia: la forma de gobierno en que un pueblo elige a sus autoridades, y en la cual las decisiones colectivas son adoptadas por el pueblo mediante mecanismos de participación que le confieren legitimidad a los representantes. Ardua ha sido la discusión histórica sobre la representatividad, el mandato o la voluntad general. Hoy también se habla de la delegación de la voluntad”.

“Debemos ser responsables y mantener el verdadero sentido de la democracia, sin hacer una significación forzada de la misma, o sea, que las autoridades sean elegidas por todos, en comicios que garanticen la transparencia, la libertad de elección, la representatividad y, por supuesto, los derechos humanos. Repito: Nos costó mucho lograr nuestra Independencia, Libertad y Democracia. Defendámoslas y nunca más a un marzo de 1976”.

Gisela Vélez: “Brindo un profundo homenaje a esos maestros a los que se les calló la palabra”

Gisela Vélez, vicedecana de la Facultad de Ciencias Humanas, sostuvo: “Quiero celebrar que circuló la palabra, porque en ese periodo se perdieron vidas y se perdió la palabra. Y la pérdida de la palabra se mostró no sólo simbólicamente, sino físicamente en libros que desaparecieron. En libros que se quemaron. En esta Universidad, se quemaron libros. Y después que se quemaron se dieron de baja. Que haya hoy un libro como el que está aquí –“Desaparecidos porque sí”- es una reivindicación de la palabra. La presencia física de un objeto que quiso ser destruido, que se hizo cenizas y que no logró desaparecer”.

Agregó “un profundo homenaje a esos maestros que desaparecieron. Desaparecieron porque murieron o desaparecieron porque se fueron, porque tuvieron que irse. Y tuvieron que decir su palabra desde otro costado”.

“En lo personal, como generación, viví la orfandad de esos maestros, de esos maestros que levantaron la palabra y que la tuvieron que decir desde otro lado, esos maestros a los que se le calló la palabra”. “Esto es un homenaje a esos maestros que no tuvimos, que perdimos, que tuvimos que después construir desde adentro en la orfandad del maestro. La esperanza es lo que podemos reconstruir ahora entre docentes y estudiantes, en la recuperación de la palabra”.

FUENTE: unrc.edu.ar

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