Boleto gratuito ¿para quién?

Tal como lo anunciaba en su campaña híper mediática y salida de la bolsa del marketing político, la propuesta del boleto gratuito es un engaño con todas las letras. Ya lo advertíamos durante la campaña provincial de que el discurso de “alas para la educación” era tan falaz, como el de la llegada del “progreso” o del tan mentado “cordobesismo”, todos productos de los asesores de imagen del gobernador electo.

Basta recordar lo que afirmaba aquella propuesta: “Boleto gratuito para todos; estudiantes y docentes”, mientras que en letra más pequeña, decía: “34.000 beneficiarios”. Está muy claro lo engañoso del mensaje como así también el impacto que genera su contenido. En la provincia de Córdoba, la matrícula educativa asciende a cerca de 900.000 personas sin considerar a los estudiantes universitarios. Ni hablemos del número de docentes públicos y privados de los distintos niveles del sistema de educación.

A ésto se suma la forma en que se aplicará ésta sensacional política de “populismo progresista” si vale la ironía, ya que según el proyecto girado a la Legislatura (decreto mediante) ahora serán los municipios, comunas y comunidades regionales las que deberán hacerse cargo de una parte no menor: el financiamiento. De ésta manera los subniveles de gobierno que no se adhieran al programa, no podrán asegurar la aplicación del subsidio, tal como lo afirma la nota publicada en Diario Puntal del día 21 de diciembre.

Por otro lado, las empresas de transporte estiman en 120 millones de pesos el costo de la puesta en marcha del programa, mientras el gobierno provincial está hablando de 51 millones de pesos, lo que ya grafica el total desconocimiento de la realidad por parte del equipo que viene gobernando la provincia hace ya más de diez años.

Desde el Movimiento Nacional Reformista, brazo universitario del Partido Socialista, rechazamos firmemente la forma en que se realizan anuncios engañosos por parte del Ejecutivo Provincial como así también la línea política de Unión por Córdoba con respecto a Educación, recordemos sino la aprobación de la nueva ley provincial, verdadero desastre político, social y pedagógico.

Por último convocamos a la confluencia de los sectores obreros y estudiantiles, para asegurar el acceso y permanencia en el sistema educativo, único camino para construir verdadera ciudadanía y, en éste sentido, el transporte público es un derecho y no un beneficio como plantea el Gobernador De la Sota.