05 agosto 2008

La política contemporánea en el espejo

Jornada del Movimiento Nacional Reformista en el marco del 90° Aniversario de la Reforma Universitaria de 1918
Santa Fe, Agosto de 2008
Objetivos.
Conmemorar el 90 aniversario de la Reforma Universitaria de 1918.
Generar un espacio y un tiempo de reflexión sobre las problemáticas sociales, políticas, económicas, culturales y educativas desde las teorías y las experiencias.
Propiciar un encuentro entre personas pertenecientes y no pertenecientes a organizaciones políticas, sociales, académicas, entre otras, que permita el intercambio de miradas y experiencias facilitando la construcción de síntesis que permitan resignificar el accionar cotidiano de cada uno de los participantes.
Fundamentación.
Sobre la necesidad de propiciar espacios de reflexión y análisis.
Asistimos al fin de una época, de un tiempo, de una forma de concebir el mundo. El Siglo XX fue territorio y tiempo de un mundo divido en dos, de un mundo de negaciones, donde la construcción de lo alternativo, inevitablemente debía fagocitar a aquello que reemplazaría. Se caracterizo por ser un tiempo de grandes teorías que todo lo explicaban, que podían explicar cualquier tipo de problema social, teniendo siempre preparada una solución y en las cuales, las acciones humanas encontraban sentido y justificación. Sueños, revoluciones, guerras, liberalismo-socialismo, norte-sur. Un mundo de relaciones humanas constituidas a partir de categorías duales y opuestas. Un mundo de ciencias constructoras de certezas acerca de la vida, de lo que era normal y lo que no.
Fue un territorio y tiempo de increíbles descubrimientos y hazañas que –sin embargo- implicaron la negación de lo que la modernidad hubiera prometido en el siglo XIX: emancipación. De este modo, las promesas de libertad, igualdad y fraternidad, así como la de dominación de la naturaleza y progreso indefinido han sido incumplidas. La discriminación, las hambrunas brutales, las crisis ecológicas inimaginables, contradicciones entre científicos que estudian el mismo objeto, guerras cruentas, son la más incontestable demostración del fin de una manera de construir la historia.
El Siglo XXI es por definición, ambivalente, siempre que registra poblaciones en un grado de pobrezas materiales y simbólicas nunca antes conocido por la humanidad, al tiempo que presenta un desarrollo tecnológico que fuera inimaginable escasos 20 años atrás. De este modo, la ciencia ya no produce certezas, sino que profundiza las inseguridades construyendo en su reproducción cotidiana una sociedad cada vez mas compleja, heterogénea y plural donde la inequidad creciente y la marginación pasaron a ser el rasgo dominante de la realidad social. Así como la ciencia, también las ideologías que fueran otrora usinas de sentido para la transformación social, están en crisis. Está claro hoy que el “socialismo real”, el de la URSS, el del mundo del Este contra el Mundo del Oeste, tal cual lo conocimos en el Siglo XX, no es el único paradigma reducido a escombros; el capitalismo encuentra en la foto de cualquier recién nacido desnutrido, sin casa ni futuro, clara evidencia de su propio fracaso.
La ambivalencia descrita ha puesto a quienes procuramos desde siempre mejorar la calidad de vida de nuestras sociedades, logrando una convivencia en armonía entre las personas y entre éstas y su medio, en la necesidad de despensarse y reimaginarse. Ante la abrumadora desesperanza que ha producido la crisis de las grandes ideas, se presenta la oportunidad y la necesidad de reconocer la construcción de una nueva era, que más que grandes teorías de explicación, construya potentes “teorías de traducción” que pongan en diálogo las diferentes culturas, los distintos y maravillosos recorridos que cada una de ellas ha construido en el mismo tiempo y en el mismo espacio.
Es esta búsqueda la que motiva la reflexión que camina junto con la acción. Una búsqueda por nuevas alternativas que posibiliten nuevos sentidos para las múltiples vidas que transcurren en un mismo tiempo y en un mismo espacio.
Sobre estos espacios y nuestra organización política.
Si es que lo cotidiano pone frente a nuestros ojos la imperiosa necesidad de repensar el mundo, ello implica que debemos repensar nuestra organización política a la luz del tiempo que vivimos.
De este modo, organizar una jornada de pensamientos y reflexiones sobre temas de actualidad vinculados a nuestro ideario, genera indefectiblemente una reflexión acerca de nosotros mismos como militantes y de nuestra organización como tal.
La crisis de representación, que encontrara su punto de inflexión en diciembre de 2001, que afecta a los partidos políticos, así como a las demás organizaciones políticas, sociales y gremiales, no ha sido ajena al movimiento estudiantil en general y a nuestra organización en particular.
Una de las tantas y posibles razones de problemática del movimiento estudiantil, y en parte de nosotros, ha sido el haber dejado de entender la realidad, esto es: la vida universitaria y su relación con la sociedad. Decimos en parte de nosotros, porque a poco de mirar en nuestra historia encontramos en nuestra tradición una práctica que nos fortalece frente a la crisis generalizada.
Ha sido práctica histórica del MNR como del Partido Socialista, construir su programa de acción en base a un fuerte estudio de la realidad. Sin dudas es esto lo que hace falta que se haga, y nosotros podemos porque ya lo hemos hecho una y otra vez. Debemos volver a estudiar lo que pasa en la realidad con nuevos marcos, a discutir nuevos programas para llenar de contenido y dinámica nuestra organización de modo de seguir siendo parte fundamental del campo progresista, multiplicando conciencias y sumando voluntades, en la búsqueda de alcanzar un mundo con justicia, igualdad y solidaridad.
Es imperioso en este marco, como primera medida, encontrarnos. Debemos reforzar la idea de “colectivo”. Nuestra organización debe volver a ser un punto de encuentro de las innumerables vidas que la componen; no existe proyecto sobre los destinos de “lo público” que se sostenga sobre la base del individualismo. La solidaridad debe atravesar la cotidianeidad de nuestra organización, y esto no es otra cosa más que devolverle la calidez, la amabilidad, la alegría, el compañerismo, la humildad en la opinión, la mirada sincera… la humanidad.
La segunda medida debe ser repensarnos. Para ello, un buena herramienta que muestra nuestra historia, es la escuchar cuáles son “las agendas” del progresismo en el mundo según los y las pensadores actuales, para poder contestarlas, discutirlas, incorporarlas… para poder debatir. La juventud debe recuperar un rol protagónico en el debate de ideas; debe incorporarle su visión que es única; si no asumimos ese compromiso, seremos servidumbre precoz y habremos dilapidado nuestro patrimonio histórico: nuestra fuerza creadora.
La tercera medida deberá ser la de comenzar a diagramar acciones concretas para nuestro movimiento. Ejes políticos, estrategias de desarrollo territorial, agendas de formación política, etc.
Haciendo todo esto no habremos hecho sino reconstruirnos sobre nuestro propio legado. No es otra cosa más que estudiar, organizar y difundir lo que se propone, sólo que hoy debemos durante un instante estudiarnos a nosotros mismos, reorganizarnos y comenzar a difundir(nos).
Programa:
Sábado 23 de agosto.
09:30 hs. – Apertura:
10:00 hs. - Las promesas incumplidas del Siglo XX.
El panel se organiza con el propósito de promover el análisis y la reflexión de los desarrollos políticos-sociales que pueden considerarse como distintivos del siglo XX, sus aciertos y desaciertos, sus satisfacciones e insatisfacciones; atendiendo especialmente las proyecciones que a partir de esos desarrollos pueden hacerse para el siglo XXI.
12:00 hs. - La Educación en el Marco de la Crisis del Estado-Nación.
El panel reúne especialistas de educación con distintas trayectorias (gestión gubernamental y legislativa, dirigencia de organizaciones sociales, y gestión y actividad académica) con el objetivo de promover el análisis y la reflexión sobre la situación educativa argentina en general y sus posibles desarrollos futuros.
14:00 hs. – Almuerzo
15:30 hs. – Trabajo en Talleres
18:30 hs. – Universidad, Tradición Reformista y Política.
Este panel se orienta a promover el análisis y la reflexión sobre la trascendencia de la Reforma Universitaria a lo largo del siglo XX en Argentina y América Latina y la proyección política de su legado en la actualidad.
21:00 hs. – Cena.
23:00 hs. – Gran peña de la Reforma.
Domingo 24 de agosto.
10:00 hs. – Conclusiones de los Talleres.
11:00 hs. – Una nueva Institucionalidad para la Política.
Se reúne en este panel a actores destacados de diferentes esferas políticas, institucionales y sociales, para reflexionar sobre las modalidades actuales de la política y la necesidad de su cambio y reforma.
14:00 hs. – Cierre Actividad Nacional.

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