22 octubre 2011

Científicos disertaron sobre la actualidad de la investigación


Pablo Kreimer: “La cooperación internacional en investigación no puede condicionar el aporte a local y regional de los trabajos”

Pablo Kreimer, investigador del CONICET, fue uno de los protagonistas de “Ciencia y sociedad en debate” en el encuentro de-colonial promovido por la Secretaría de Ciencia y Técnica, conjuntamente con Secretaría Académica y de Extensión de la UNRC.

Frente a colegas y estudiantes que días atrás animaron estas jornadas distintas en el campus, habló sobre la relación entre países del centro y la periferia. Explicó que presentó un análisis de cuáles son las dimensiones internacionales de la investigación científica “sobre todo la relación entre el centro y la periferia, sobre todo mostrando la relación entre los investigadores latinoamericanos y los europeos. Dimos algunos datos –agregó- que pretenden demostrar que en Europa se busca mucho a los investigadores latinoamericanos.

Formación destacada

Kreimer planteó que “desde Europa hay una estrategia de reclutamiento de investigadores de países en desarrollo, particularmente de Latinoamérica porque muy bien formados y participan en grandes redes de investigación aunque no lo hacen en pie de igualdad porque el espacio para participar de esas grandes redes de investigadores es restringidos visto que cuando los investigadores locales participan deben adaptarse a la agenda ya establecida y normalmente los lideres de estas redes pertenecen a grupos europeos”.

En diálogo con Canal UNRC, Kreimer se refirió también a que los “investigadores locales cuentan con un determinado presupuesto dado por los estados nacionales que muchas veces se suman a los aportes por cooperación de fondos provenientes del extranjero y en realidad los fondos locales son escasos respecto a los que viene de afuera y esto implica en la práctica tener muy poca influencia en la orientación que queremos darle a la investigación”.

“Me parece -consideró- que tenemos que darnos cuenta que existe esta estructura de trabajo y salir así al cruce a la idea de que cuanto más internacionalización mejor en materia de investigación, esto es una ideología de cómo debe funcionar la cooperación. Claro no digo que no a la cooperación pero por lo menos digo depende de las condiciones. Una política de cooperación científica internacional no debería estar gobernada por una laissez faire sino que si está internaciolizado también debe considerar la solución de las cuestiones locales”.

Carlos Giraud: “La megaminería es una actividad con un fuerte impacto ambiental”

Carlos Giraud, docente de la Universidad Nacional de Cuyo, expuso sobre ciencia, tecnología y el aprovechamiento de los recursos naturales específicamente respecto de la megaminería en la zona de Cuyo, en Mendoza. En este sentido sostuvo que “el tema tiene por lo menos dos grandes ramas. Una, la económica, donde tenemos un cúmulo de leyes establecidas fundamentalmente a partir de los ‘90 y reafirmadas en algunos casos a partir de la década del 2000, sobre todo en el 2001 y 2002. Y la otra rama es la ambiental”.

“Todos en nuestros vidas cotidianas utilizamos el metal pero muchas veces esto podría evitarse. Es posible reducir el uso de estos metales, incluso podríamos dejar de hacer nuevas extracciones de oro esperando las posibilidades de reciclar la cantidad de metales ya disponibles. La idea de reciclar, de reducir el uso de metales, tiene que ver con que la minería como las industrias del petróleo y las industrias químicas son claramente las que ofrecen más riesgos de impacto ambiental. Es una actividad que genera miles y miles de millones de toneladas de desechos al año. Solo el Proyecto Pascualama va a generar 1800 millones de toneladas de desechos que van a quedar en la cordillera de los Andes, estos desechos pueden generar drenajes ácidos, contaminación en el aire, de las aguas superficiales, subterráneas y afectar la flora y la fauna”.

Minería de bajo riesgo

Giraud agregó que “es posible la realización de una minería de bajo impacto de bajo riesgo con ciertas prácticas y cuidados. Por supuesto que esto va a contramano de los intereses de rentabilidad de las empresas que a veces presentan informes de impactos ambientales con muy bajo nivel científico tecnológico, que parecen una tomada de pelo a la ciudadanía, en algunos casos, muchas veces cuando escuchamos que se hace una minería responsable sabemos que es una burda mentira que esconde el saqueo de las empresas multinacionales que hoy controlan casi todas las explotaciones de megamineria del país y dejando muy escaso rédito para las provincias propietarias del metal. Del modo en que está planteada la megaminería en la Argentina, en África y en Asia, se trata de una forma quizás de las crueles del neocolonialismo”.

Andrés Carrasco: Glifosato, soja y daños en embriones

El doctor Andrés Carrasco, médico especializado en embriología molecular, docente e investigador de la UBA en la Facultad de Medicina y presidente del CONICET en 2000, también fue uno de los científicos que dio prestigio a este espacio De-colonialismo. Carrasco tuvo repercusión pública al conocerse una investigación de su autoría donde se confirmó que glifosato el herbicida más usado en el cultivo de la soja, es un químico muy tóxico y que afecta de distintas maneras la morfología del embrión.

El estudio realizado por Carrasco se llevó a cabo durante quince meses y se dieron a conocer los resultados del efecto del glifosato en embriones anfibios, desde la fecundación hasta que el organismo adquiere las características morfológicas de la especie, a principio de 2009.

El equipo de trabajo de Andrés Carrasco explicó que se “utilizaron embriones anfibios, un modelo tradicional de estudio, ideal para determinar concentraciones que pueden alterar mecanismos fisiológicos que produzcan perjuicio celular y/o trastornos durante el desarrollo. Y debido a la conservación de los mecanismos que regulan el desarrollo embrionario de los vertebrados, los resultados son totalmente comparables con lo que sucedería con el desarrollo del embrión humano”.

También en la investigación se concluyó que “las diluciones recomendadas para la fumigación por la industria agroquímica oscilan entre el uno y el dos por ciento de la solución comercial (cada un litro de agua, se recomienda 10/20 mililitros). Pero en el campo es sabido –incluso reconocido por los medios del sector– que las malezas a eliminar se han vuelto resistentes al agrotóxico, por lo cual los productores sojeros utilizan concentraciones mayores. El estudio afirma que en la práctica cotidiana las diluciones varían entre el diez y el treinta por ciento (100/300 mililitros por litro de agua).

Carrasco sostuvo con respecto a los resultados que “se observó disminución de tamaño embrionario, serias alteraciones cefálicas con reducción de ojos y oído, alteraciones en la diferenciación neuronal temprana con pérdida de células neuronales primarias, disminución del largo del embrión, alteraciones que sugieren defectos en la formación del eje embrionario. Alteración del tamaño de la cabeza con compromiso en la formación del cerebro y reducción de ojos y de la zona del sistema auditivo, que podrían indicar causas de malformaciones y deficiencias en la etapa adulta”.

También denunció el riesgo que corren poblaciones cerca de los campos. Carrasco remarcó que en este sentido hubo muchas denuncias de campesinos, indígenas y barrios fumigados.

Más Info: http://espaciosdecoloniales.blogspot.com/

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